Solo música

Me ha ocurrido solamente una vez en la vida, pero fue realmente duro. Una sensación entre la sorpresa y la impotencia, entre la incredulidad y la rabia.

Había ido a la Fnac a comprar el segundo disco de Los Brincos, Brincos 1966, y para mi asombro no estaba, pero “podían pedírmelo”. Raro en mí, dije que sí. Unos días después, un SMS me anunciaba que ya estaba disponible en tienda. Lo adquirí, fui a casa, lo puse, y entonces, el horror. Pese a que la cubierta del cedé, la galleta, todo, decía que era un disco de Los Brincos, cuando lo puse lo que sonó fue Ska-P. (Supongo que, técnicamente, se puede decir que una vez puse un disco de Ska-P). El caso es que en mi reproductor empezó a tronar esa absurda mezcla de pachanga y ritmillo simplón en lugar de este temazo:

Ya digo, fue la única vez que me sentí decepcionado por la música. Que la música no me dio lo que esperaba de ella. Aunque en realidad, fue algún torpe operario que se equivocó de palanca y estampó la pegatina equivocada en los discos erróneos.

Porque la música en realidad nunca me ha decepcionado. De hecho, es lo único que jamás me ha dejado mal sabor de boca. Es seguramente el motivo por el que la adoro, por el que desde muy pequeño soy adicto a ella, por el que lo seré siempre. Esa cualidad para dar con la tecla justa de tus emociones. Para removerte desde lo más profundo, para evocarte o hacerte olvidar. Todo eso al alcance de un gesto tan simple como extraer un trozo de plástico de una caja y ponerlo en un equipo de sonido. Sin exigencias, sin condiciones, dobles sentidos ni falsas interpretaciones. Sin esperas, muchas veces vanas. Sin escrutar cada recodo de tu personalidad. Todo eso le da igual. La música se da al cien por cien, seas como seas. Te abraza cada vez que lo necesitas, te mece cuando lo pides, te zarandea cuando lo que precisas es un buen meneo. Todo lo que tú pidas, la música te lo da. Y nunca cambiará y dejará de hacerlo.

Te transmite la alegría más simple y directa, te arranca una sonrisa justo en el momento en el que tú lo demandas. Sin pedirte nada a cambio. Sin recordártelo a cada instante para exigirte una contraprestación:

O te acompaña en tu tristeza cuando lo que quieres es regodearte en tu dolor, sin falsas esperanzas, sin frases hechas que traten de aliviarte cuando tú no quieres alivio, entendiendo que es así como te sientes y que su misión no es cambiar tu estado, si no simplemente estar ahí:

Siempre ahí. Para acompañarte. Siempre a tu lado. Para hacer tu vida más soportable. Para darle el sentido que todos buscamos a lo que nos sucede. Para, si la escuchas con atención, contarte cosas que de ningún otro modo podrías comprender.

Por eso, cuanto más conozco a las personas, más discos me compro.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

4 respuestas a Solo música

  1. pachilanzas dijo:

    Canario falsario! la música te decepcionó el día que escuchaste rattle & hum de u2, cien gaviotas de duncan dhu, el segundo de la unión -cómo se llamaba?-, cuando prince se quitó el nombre, cuando nacho garcía vega y brooking formaron rico… y te sigue decepcionando cada vez que utilizan un tema de the doors -por ejemplo- en una campaña de publi.

    lo que pasa es que estás enamorado de ella y, como buen enamorado, no eres capaz de ver su lado oscuro.

    • Absolutamente de acuerdo. Lo que sucede es que la música jamás porfía en sus errores. Cada una de esas decepciones se compensó con ‘War’ de U2, con cualquier disco de Radio Futura, con ‘Relojes en la Oscuridad’ o con ‘LA Woman’. Es decir, la música siempre te compensa con creces por cada mal rato que te puede hacer pasar.
      Exactamente al revés que las personas, que cuando pierdes la confianza en ellas, jamás vuelve.

  2. Toño dijo:

    Qué grande! Las canciones del post fabulosas, sonrisa de principio a fin con la de goldfrapp (no la conocía, gracias). Los rolling geniales por cierto. La letra es tan buena que no sé en qué estado la escribirían… you can’t always get what you want, but if you try sometimes, you might find … you get what you need. Cada sentimiento tiene una canción o una frase; cada estado bueno o malo, cada edad, hasta la muerte misma!! (Requiem de Mozart, o la versión en sus últimos días/meses de Hurt de Johny Cash… Curiosa mezcla! Y la felicidad, por supuesto… Joder, es cierto, la música nunca te falla!! Y si, si alguna vez te decepciona, es que no era para tí…

    • Muchas gracias… está claro que nunca lo hace… y se trata de eso… de que al final siempre vas a encontrar la música que es para ti… seas como seas… y una vez que la encuentras, eso ya nunca va a cambiar… eso sí que es algo para toda la vida.

Replica a elcanarioenlamina Cancelar la respuesta